Esta semana reflexionando sobre el peligro o no del modelo de farmacia en nuestro país, y recordando las reformas en Portugal y Alemania o Italia: manteniendo los criterios de población y distancia para el establecimiento de nuevas farmacias, y modificando la posibilidad de que no farmacéuticos accedan a la propiedad de la farmacia, pero siempre con una limitación en cuanto al número de farmacias que puede tener una misma persona o sociedad. Con todo con determinados matices técnicos…

Pero en cualquier caso, no soy partidario de que se modifique la titularidad ya que considero que es uno de los elementos que permiten mantener los altos estándares de calidad de las farmacias, dado que al vincular la propiedad al farmacéutico, se logra la profesionalización de la farmacia, y que es el propio dueño-farmacéutico el que se juega su patrimonio asumiendo el riesgo si hace las cosas mal, cosa que no ocurre en el caso de un inversor capitalista y un farmacéutico empleado.Y España, ¿que reto ha de asumir el farmacéutico?

Si las modificaciones, se produjeran en España, no debería asustarnos a los titulares de Farmacia, pues incrementará la demanda de farmacias y la competitividad de las mismas. Eso sí y desde ASEFARMA insistimos desde hace años: Habrá las mismas farmacias pero con más actores en juego. Bienvenidos a la gestión activa de farmacia, en donde jugaran un papel prioritario, aquellas que adapten sus herramientas y mentalidad a las exigencias del mercad, aprovechándose de la experiencia de empresas como la nuestra. Pero eso se lo contaremos otro día.

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