¿Hay necesidad de que un farmacéutico tenga formación médica? La formación farmacéutica capacita para que el profesional de la farmacia sea un sanitario con una visión y una perspectiva general, que sea experto en el medicamento y sepa detectar cuándo la dolencia del paciente puede ser solucionable desde la farmacia y cuándo debe ser derivado al médico o al especialista. Los farmacéuticos son profesionales de la salud y, en la mayoría de las ocasiones, son el primer punto de acceso para el paciente hacia un consejo sanitario.

Que un farmacéutico cuente con formación médica podría hacer que éste tenga una especialización añadida. Esta formación podría impactar directamente en la calidad del cuidado de la salud que desde la farmacia se ofrece a los pacientes, así como en el enfoque que se da de la farmacia hacia fuera.

Sin embargo, no es estrictamente necesario que el farmacéutico tenga además formación médica. Ya la propia formación del Grado en Farmacia habilita al futuro profesional para ser capaz de resolver casos clínicos y explorar todos los ámbitos de las ciencias (química, farmacéuticas y biológicas), además de aconsejar sobre la correcta utilización de los medicamentos y de participar en la fabricación de nuevos fármacos.

Un estudiante de Grado en Farmacia desarrolla durante toda su formación multitud de actividades dirigidas a la producción y conservación de medicamentos, se le forma también para que pueda prestar colaboración en determinados procesos analíticos, sea capaz de desarrollar funciones en ámbitos asistenciales o pueda dedicarse a la investigación, la docencia, la gestión clínica, la prevención e información y desempeñe otras tareas de educación sanitarias.

La evolución: un farmacéutico especializado

Aunque tradicionalmente, los farmacéuticos se han enfocado en la dispensación de medicamentos y el asesoramiento para que estos sean administrados de forma correcta, con el paso de los años, estos profesionales también se han especializado. Y han ido surgiendo numerosos servicios profesionales que aumentan la calidad en la atención que recibe el paciente desde la farmacia, donde encuentra, en numerosas ocasiones, el lugar en el que dar solución a sus dolencias o preocupaciones sobre salud.

Hoy en día, lo que se espera de los farmacéuticos es que tengan un conocimiento profundo sobre determinadas patologías, tratamientos. Y, sobre todo, sean expertos acerca de la interacción entre diferentes medicamentos. Por ello, es tan importante la especialización.

¿Por qué? Veámoslo punto a punto:

  • Un farmacéutico especializado en un área en concreta (Nutrición, ortopedia, óptica, dermofarmacia…) llegar a tener la capacidad ofrecer mayor número de soluciones centradas en los problemas específicos que presenta el paciente.
  • Además, puede recomendar un tratamiento para afecciones menores, lo que permitiría realizar intervenciones rápidas sin necesidad de que el paciente tenga que ir al centro de atención primaria, descongestionando con ello, la saturación que muchas veces se encuentra en el sistema sanitario.
  • Puede establecer una comunicación más eficaz con otros profesionales sanitarios, asegurando que el tratamiento que debe recibir el paciente sea coherente y no tenga contradicciones.
  • La farmacia especializada es más diferenciadora.

 

Internacional: Farmacéutico con conocimientos médicos

Actualmente no existe Formación dual en Farmacia y Medicina, aunque en algunos países, ya se ha comenzado a implementar este tipo de formaciones con resultados muy positivos para los farmacéuticos. Es el caso de Reino Unido, donde los farmacéuticos que tienen formación médica han demostrado su efectividad a la hora de gestionar enfermedades crónicas como la diabetes. Sin embargo, su sistema farmacéutico no es tan eficiente como el nuestro.

Otro ejemplo es Canadá, donde la colaboración entre farmacéuticos y médicos ha mejorado significativamente la adherencia a los tratamientos y la satisfacción de los pacientes.

En España, hoy en día, la mayoría de las universidades ofrecen programas que sí incluyen un doble grado en áreas relacionadas con la salud, como Farmacia y Nutrición, Farmacia y Óptica u Optometría o Farmacia y Biotecnología. En algunas universidades, se ofrece también Farmacia y ADE.

Sin embargo, actualmente no existe en España ningún doble Grado en Farmacia y Medicina. Por lo que los estudiantes de cualquiera de estas dos formaciones, en caso de querer estudiar la otra, deben realizarlas por separado. Ambas carreras son de corte práctico.