Decidir implantar un nuevo servicio en la oficina de farmacia debe venir de la mano de un plan estratégico. Se busca con ello conseguir alcanzar los objetivos de fidelización del cliente para con la farmacia. Pero también hacia la atención farmacéutica dispensada desde nuestro establecimiento con los que conseguir un posicionamiento diferente.

Tras un análisis del mercado, con el que detectar las necesidades de nuestra población potencial, sabremos detectar cuál será el servicio más apropiado a implantar. Y con él, sin duda, lograremos una exitosa respuesta

Para implantar el servicio estableceremos una planificación, que nos ayude a conseguir diferentes objetivos. Estos pueden ser aumentar la facturación de alguna categoría asociada, aportar valor añadido a la farmacia, fidelizar al cliente… De hecho, establecer un servicio de calidad es importante para asegurar la perpetuación del servicio y la sostenibilidad financiera del mismo.

¿Cómo realizar un buen plan estratégico que ayude a implantar servicios farmacéuticos?

  • Conocer con exactitud la viabilidad de los servicios farmacéuticos: Si realmente la actividad ha de ser competencia del titular o no, si compete su desarrollo a un farmacéutico y si hay un marco legal que lo regule. Por ejemplo, hasta ahora establecer un servicio de nutrición requería que de manera obligada fuese desarrollado por el titular de la farmacia teniendo la titulación correspondiente. Hoy ya puede delegarse en personal de la farmacia que esté acreditado con esta formación.

Además, se debe conocer también el procedimiento para llevar a cabo el mismo.

Es importante buscar información y asesoramiento y una forma de hacerlo puede ser a través del colegio oficial de farmacéuticos quienes podrán ayudar a recopilar esta información.

  • Conocer que se necesita para su realización. En este punto entraría las necesidades que tiene el servicio para su puesta en marcha: si se requiere un espacio privado para su realización, un mínimo de metros hábiles, si el personal requiere una formación específica para poder desempeñarlo, y lo más importante definir un horario que permita darle continuidad al mismo adaptando el personal para que no retarde el ritmo normal de trabajo en la farmacia.
  • Elaborar un plan de negocio: Definir los objetivos a corto, medio y a largo plazo, que serán trasladados de manera sencilla al equipo y al cliente para que sea conocedor del mismo, sabiendo que en su establecimiento habrá unos gastos de inversión que deben tener un retorno a nivel de imagen, fidelización de cliente y desde luego de facturación, para que el balance gasto-beneficio sea rentable.

¿Qué hacer una vez tengamos claro el servicio que queremos realizar en la farmacia?

  • Hacer un PNT de la realización del proceso. Nos ayudará a que cualquier persona del equipo sepa realizar el servicio, dando una homogeneidad al mismo y ajustando el presupuesto.
  • Hacer un plan de comunicación. En este ha de definirse claramente el objetivo del servicio para que el público lo reconozca como una necesidad. Esto podemos realizarlo ya no solo a modo de consejo en el mostrador, sino mediante las nuevas tecnologías o, por ejemplo, estableciendo relaciones con otros agentes sanitarios que nos ayuden a recomendar el servicio.
  • Hacer un seguimiento del servicio. Con la base de datos realizar de manera periódica análisis que nos ayude a ver la evolución del servicio, si fideliza al cliente, los beneficios que nos aporta, …