Antes de hablar de la historia de la receta médica es necesario hacer referencia al Real Decreto 1718/2010 sobre receta médica y órdenes de dispensación (BOE 20-I-2011). Según indica: la receta médica es un documento legal y obligatorio mediante el cual, médicos, odontólogos o podólogos, legalmente facultados, prescriben a los pacientes medicamentos sujetos a prescripción médica para su posterior dispensación en las oficinas de farmacia.

La receta, se trata de un documento escrito y actualmente también virtual, que vincula una estrecha relación entre médicos y farmacéuticos: avala la dispensación bajo prescripción médica.

La evolución del formato de la receta

Es curioso cómo ha ido evolucionando la estructura formal de la receta médica hasta nuestros días. Realizando un breve recorrido por la historia, la receta médica más antigua que se conoce, data del IV milenio a.C. Justo con las primeras poblaciones urbanas en Mesopotamia, antigua ciudad de Nippur. Según se dice en los textos que hacen referencia a este hallazgo, un médico sumerio, inscribió mediante caracteres cuneiformes los nombres de sus remedios favoritos. Se decía en esta época que aquellos que pecaban u ofendían a los dioses podían ser castigados por ellos -los dioses- a través de una enfermedad.

En época egipcia, el facultativo médico prescribía su receta en un documento en el que convivían tratamiento farmacológico y ritual, que entregaba al boticario para la realización del medicamento. De ahí, que en dicho documento aparecía el signo del Ojo sagrado de Horus como Dios protector.

En época Romana, este símbolo se manifestó por el símbolo de Júpiter (una especie de 4), para invocar la ayuda divina de protección y de cura.  Más tarde, apareció en la receta médica el signo Rx que indicaba el sometimiento a la autoridad del César.

En la Edad Media fue ya la Iglesia católica la que obligó a que apareciera en la receta el signo Rx ó Rp (Responsum Raphaelis), que simbolizan al arcángel Rafael haciendo referencia a la “medicina de Dios”.

En la actualidad, la receta médica puede ir encabezada por “Rp” o “Rp/” (“dispénsese” o “tómese”), o por “Dp/” o “DPS” (“dispénsese”); en el que ya desaparece toda sugestión divina o impuesta.

Los datos de la receta

Toda receta médica cuenta con tres datos esenciales: identificación del médico prescriptor, identificación del paciente al que va dirigido el tratamiento y el medicamento en sí. Éste va acompañado de sus características (nombre, forma, dosis a administrar, duración del mismo…). Finalmente, se valida con la incorporación de la fecha en la que se cumplimenta la receta. También la fecha de dispensación, comienzo del tratamiento y firma del médico.

Por último, es necesario mencionar que con el avance del mundo tecnológico se ha incorporado la receta médica electrónica como alternativa al formato físico (regulación en el 2003 y puesta en marcha efectiva en el 2015). Sus grandes ventajas son:

  • Comodidad
  • Seguridad
  • Descongestión de las consultas en Atención Primaria.

Además, muchos de los errores de medicación por el uso de abreviaturas o prescripciones ilegibles fueron subsanadas.

La receta como documento indispensable

En definitiva, la receta médica sigue siendo un documento necesario e indispensable para la seguridad del paciente. Con él se garantiza que ha sido diagnosticado por un médico facultativo, y a su vez, una garantía para la Salud Pública controlando el consumo de fármacos. Supone un medio para la transmisión de información entre profesionales sanitarios y una garantía para los pacientes garantizando la salud que debemos continuar velando.