LAS FARMACIAS SE PREPARAN -AÚN MÁS- PARA LA DESESCALADA

Las oficinas de farmacia se han mantenido abiertas y ofreciendo su servicio durante todo el confinamiento y, ahora, que nos adentramos en las fases de la desescalada, están ultimando aún más sus preparativos para prevenir la expansión y contagios de COVID-19.

Por este motivo, desde el departamento de Consultoría de Asefarma se ha hecho un análisis de todas las condiciones que recoge la orden SND/388/2020. Para que los comercios y servicios puedan garantizar las condiciones de seguridad en la reapertura. Y ver cuáles de ellas, también son aplicables en la farmacia para la desescalada. Al final, la farmacia va un paso más allá. Se trata de un establecimiento de carácter sanitario que atiende y aconseja desde primera línea a una gran cantidad de pacientes cada día.

PREPARACIÓN DE LA FARMACIA ANTE LA DESESCALADA

Las farmacias tienen que poner a disposición del público de manera obligatoria dispensadores de geles hidroalcohólicos con actividad virucida autorizados. Esto es importante que se lleve a cabo en la farmacia durante toda la desescalada.

Además, en aquellas farmacias en las que no sea posible la atención personalizada de más de un cliente al mismo tiempo, deberá señalarse de forma clara la distancia de seguridad interpersonal de dos metros entre clientes. Esto se podrá llevar a cabo con marcas en el suelo o mediante cartelería y señalización.

También será obligatorio disponer de papeleras. A ser posible con tapa y pedal, en los que poder depositar pañuelos y cualquier otro material desechable. Además estas papeleras serán higienizadas al menos una vez al día. Y, por supuesto, hay que favorecer una ventilación continua de la farmacia cuando sea posible.

CONDICIONES Y OBLIGACIONES DE SEGURIDAD PARA LOS EMPLEADOS DE LA FARMACIA EN LA DESESCALADA

En primer lugar, cabe destacar que todo el personal de la farmacia deberá estar formado e informado . ¿Sobre qué? Sobre el correcto uso de los citados equipos de protección que deberá usar en todo momento.

Aunque en algunas farmacias resulta más complicado que en otras de aplicar, lo ideal es un control horario de los trabajadores. De hecho, con este horario deberán ser capaces de mantener protección de la salud y de la seguridad de todos. Por ejemplo, ante la situación en la que nos vemos envueltos, hay que evitar, el fichaje por huella. A no ser que se opte por desinfectar el dispositivo antes y después de cada uso. Además, en la medida de lo posible, los trabajadores deben trabajar con turnos rotativos. Incluso se podría llegar a contratar más personal si fuera necesario para favorecer esas rotaciones.

En lo que a la atención se refiere, los empleados no podrán atender a varios clientes de forma simultánea. Y, además, deberán mantener la debida separación física prevista. Esto puede hacerse mediante la instalación en los mostradores de mamparas. Es decir, se ofrecerá una atención individualizada al cliente. Asimismo, habrá que dar preferencia a aquellos pacientes mayores de 65 años con los que se puede acordar incluso un horario de atención que coincida con su hora permitida de salida a la calle.

La limpieza, gran pilar para la farmacia en la desescalada

Además, la limpieza sigue siendo el primer pilar de protección frente al COVID-19. Por ello, cuando un puesto de trabajo sea ocupado por otro trabajador diferente, se debe desinfectar la mampara, el teclado, la pantalla del ordenador. También los dispositivos táctiles -en caso de que las hubiera-, los cajeros inteligentes… También un sistema de ozonificación e ionificación puede ser muy útil para desinfectar completamente el local. Es necesario hacer especial hincapié a todos los trabajadores de que la limpieza general debe hacerse, como mínimo, dos veces al día. Y no sólo habrá que centrarse en la zon

a de atención al paciente. También a los aseos, pomos de las puertas, rebotica…

Tras cada limpieza, los materiales empleados y los uniformes se desecharán de forma segura. Y se procederá posteriormente al lavado de manos. El lavado y desinfección de las batas debe ser diaria y a temperaturas entre 60 y 90 grados centígrados.

Finalmente, si un trabajador empezara a tener síntomas compatibles con la enfermedad, tiene la obligación de informar. Para ello se contactará de inmediato con el teléfono habilitado 6por la comunidad autónoma o centro de salud correspondiente. El trabajador deberá abandonar su puesto de trabajo hasta que su situación médica sea valorada por un profesional sanitario.

CONDICIONES QUE DEBEN TENER EN CUENTA LOS CLIENTES/PACIENTES

El tiempo de permanencia en la farmacia será el estrictamente necesario para que los clientes puedan recibir la prestación del servicio. Además, deberán ir con mascarilla como en cualquier otro establecimiento cerrado, no será posible que haya clientes esperando si entre ellos no hay 2 metros de distancia de seguridad.

Tampoco podrán acceder a los aseos salvo que se trate de un caso estrictamente necesario.

En cualquier caso, desde Asefarma le recomendamos seguir manteniendo las recomendaciones de higiene y seguridad que hemos venido trasladándole desde el comienzo de esta crisis sanitaria. Estas nuevas recomendaciones que se incorporan ahora vienen a complementar todas las anteriores.

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