A la hora de elegir qué crema solar usar, es primordial tener en cuenta nuestro tipo de piel y en función de esto, determinar cuál puede ser la más adecuada.

Protector solar según tipo de piel

Piel normal

Este tipo de piel se caracteriza por su suavidad, elasticidad y la presencia de poros pequeños. En este caso, el protector solar para piel normal deberá tener un amplio espectro de protección, una textura suave y capacidad para unificar el tono.

Piel seca

Se trata de un tipo de piel que sufre deshidratación y carecen de lípidos, por lo que reacciona de forma más susceptible ante los agentes externos y se irrita con mayor facilidad. Ante una piel seca, se ha de elegir un protector solar en crema, emulsión o leche con texturas y activos hidratantes que puede ir complementados con aceites, siliconas y vaselinas para una hidratación más completa de la piel.

Piel mixta

Esta piel suele presentar la zona T grasa y las zonas de las mejillas secas, a la vez que brillos también, en partes de la frente, nariz y barbilla. Para este tipo de piel, se recomienda utilizar un protector solar con presentación en forma de gel y bastante fluido, cuya composición vaya libre de aceites y aporte propiedades refrescantes e hidratantes, con el objeto de evitar que la piel genere más grasa para equilibrar la resequedad.

Piel grasa

Se trata de una piel que produce más cantidad de sebo de la necesaria y se caracteriza por la aparición de granos y espinillas. Los protectores solares más indicados para este tipo de pieles son presentaciones en forma de aerosol, fluidos o geles con formulaciones minerales, sin aceites y con efecto matificante. En estos casos es fundamental elegir un protector solar que no deje la cara brillante.

Piel con rosácea

Se trata de una enfermedad crónica que se manifiesta por el enrojecimiento de la piel y la presencia de pequeños abultamientos de pus. A consecuencia de esto, estas pieles presentan una mayor sensibilidad a la exposición al sol. En estos casos, se debe optar por fotoprotectores en forma de emulsión, que ayuden a unificar el tono aportando a la piel ingredientes antirrojeces y antiinflamatorios.

Piel con acné

Para este tipo de piel, los fotoprotectores más indicados son los que llevan formulaciones “oil free” o libres de aceites, que contienen activos de efecto regulador de la grasa y matificantes.

Piel con manchas

Para evitar o minimizar las posibles manchas del rostro, se recomienda utilizar un protector solar facial antimanchas que contenga filtros solares con activos despigmentantes, como son la Niacinamida y el ácido Elagico, los cuales inhiben la actividad de los melanocitos.

Piel maquillada

Si queremos embellecer la piel y protegerla a la vez del sol, podemos utilizar los protectores solares con color que se adaptan a todos los tonos de cutis. En el caso de pieles secas, se puede elegir mejor un protector solar con color piel seca.

Por último, para que el fotoprotector ejerza un buen efecto de protección, es muy importante que éste presente el factor de protección solar más adecuado al tipo de piel, según el fototipo. A modo de ejemplo, el protector solar para fototipo 3 debe llevar un FPS de entre 30 y 50, y el protector solar para piel morena un FPS de 10.