
Sí, se pueden comprar jeringuillas en la oficina de farmacia. De hecho, que la oficina de farmacia disponga de determinados suministros médicos, como pueden ser las jeringuillas, es un aspecto fundamental para muchas personas. Máxime si se trata de cubrir una necesidad en torno a cualquier tratamiento médico que deba realizarse desde el domicilio para la práctica de ciertas actividades profesionales.
En la mayoría de las farmacias en España pueden encontrarse jeringuillas y el paciente puede adquirirlas. Las jeringuillas son un producto sanitario que está disponible para la venta al público. Son, además, herramientas esenciales para administrar determinados medicamentos y son utilizadas tanto en centros sanitarios, hospitalarios como en el propio domicilio del paciente.
Tipos de jeringuillas que se pueden comprar en farmacia
En la oficina de farmacia podemos encontrar una amplia variedad de tamaño de jeringas en función del volumen de medicamento o solución que se requiera administrar.
Podemos encontrar jeringas desde 1 ml a 100 ml, aunque las que se suelen dispensar son de volúmenes pequeños. Se pueden encontrar también jeringas sin aguja (que pueden usarse, por ejemplo, para la administración oral de medicamentos infantiles en solución) o jeringas con aguja y en este último caso debemos tener en cuenta que existen diferentes tipos en función del calibre y longitud de la aguja, relacionado con la vía de administración del medicamento (muscular, subcutánea…).
¿Para qué se usan las jeringuillas?
Las jeringuillas se pueden usar para administrar determinados medicamentos que se tengan que inyectar directamente en el torrente sanguíneo, a través de los músculos o bajo el tejido cutáneo (tejido subcutáneo). Asimismo, se emplean las jeringuillas para la administración de determinadas vacunas para niños o adultos, para el tratamiento de la diabetes (administración de la insulina) y para realizar extracciones, no sólo de sangre, sino también de pus.
La venta de jeringuillas en la farmacia puede tener un impacto positivo en la salud pública porque facilita, entre otras cosas, el autocuidado de pacientes crónicos, puede llegar a contribuir a reducción de enfermedades transmisibles y promueve la vacunación. No obstante, las jeringuillas deben ser usadas de manera responsable y segura y para ello es necesario que se pongan en marcha programas de educación y prevención para asegurarse de que estos productos sean usados para el fin que realmente deben tener.
De hecho, dependiendo del país, la venta de jeringuillas en la farmacia puede estar sujeta a regulación específica. Aunque por lo general, pueden adquirirse sin receta médica. En caso de las que son empleadas para la administración de medicamentos controlados, sí se puede llegar a exigir receta médica.
