El nuevo Espacio Asefarma acogió la segunda jornada de especialización de farmacéuticos en la que se dieron a conocer las pautas a seguir a la hora de recomendar productos dedicados al cuidado de la piel.

 

Una vez más, Asefarma contó con la colaboración de Consuelo Silveira, experta en dermatología quien se dedicó a resolver un gran abanico de dudas con las que el farmacéutico tiene que lidiar en su día a día en la farmacia.

 

“Es muy positivo que el farmacéutico observe a su paciente, trate de conocerlo y, después, sólo después, la ofrezca un consejo para la afección que se trate. Por su consulta puede estar relacionada con una atopía, con sequedad, deshidratación o puede deberse a una dermatitis seborreica pero, si no le observamos y le preguntamos, nos quedaremos en la superficie. Esto es clave para un consejo profesional acertado”, explicó Silveira.

 

Consejo y observación fueron dos de las palabras más repetidas en la exposición de Consuelo Silveira, que hizo hincapié en la importancia del trato cercano con el paciente, clave de que éste repita de nuevo su visita a la farmacia.

 

La cosmética selectiva, trucos para venderla

 

Además de las notas prácticas de Consuelo Silveira, la segunda jornada de puertas abiertas del Espacio Asefarma también contó con la colaboración de Nuria Ortiz-Movilla, responsable de formación del Laboratorio Lierac quien explicó algunas técnicas para ‘Saber vender “más y mejor” la cosmética selectiva en la farmacia’.

 

Según detalló Ortiz-Movilla, el farmacéutico a la hora de vender este tipo de productos tiene que tener en cuenta las ventajas que puede aportar y no únicamente los principios activos de los que se compone ya que “el cliente debe entenderle correctamente para conocer los beneficios reales que puede obtener al aplicárselo”.

 

Asimismo, como cada piel es única, es “muy importante” contar en la botica con probadores para poder mostrar las texturas, las densidades, los olores…

 

Finalmente, también incidió en los pasos a seguir desde la primera toma de contacto con el cliente desde que entra por la puerta y se interesa por un producto para cuidar su piel hasta el momento de la compra. ¿El objetivo? Que el cliente se vaya con un buen consejo de parte del profesional farmacéutico.