Decorar hoy una farmacia no tiene nada que ver con decorar una vivienda, las llamadas farmacias de diseño tienen un objetivo y tiene su origen en poner en el centro al cliente. La decoración de un establecimiento responde, como en muchas otras áreas, a lo subjetivo de quien lleva a cabo la acción. Y aquello de “para gustos, los colores”, aquí toma un auténtico protagonismo. Decorar de una manera o de otra la farmacia, responde, como nada, a la visión del negocio que quiere trasmitir el propio titular de la farmacia.

Las tendencias en decoración pasan por lo natural. Por el llamado nordic style. O los colores y tonos claros, que aporten luminosidad a los establecimientos y hagan que la luz ayude a desterrar los espacios oscuros y sin ningún brillo, pero esto tiene un porqué que viene de la tendencia hacia lo natural, a lo eco a volver al origen de la naturaleza porque transmite serenidad y bienestar.

En aquellas ocasiones, donde el diseño y la decoración de la farmacia, no busca transmitir la identidad de la marca se acaba cayendo en formatos anodinos, homogéneos que hacen que el usuario vea todos esos establecimientos dedicados a dispensar medicamentos como si fueran iguales. Sin embargo, en aquellas en donde se conoce al cliente, se busca conectar con él y transmitirle una identidad y una imagen de marca concreta llevará ese toque original con la que la farmacia ser diferente respecto al resto y única, buscando aportar una experiencia de compra agradable e inolvidable para quien entra.

Elementos que ayudan a decorar una farmacia moderna

Decorar hoy una farmacia no tiene nada que ver con decorar una vivienda, las llamadas farmacias de diseño tienen un objetivo y tiene su origen en poner en el centro al cliente. La decoración de un establecimiento responde, como en muchas otras áreas, a lo subjetivo de quien lleva a cabo la acción. Y aquello de “para gustos, los colores”, aquí toma un auténtico protagonismo. Decorar de una manera o de otra la farmacia, responde, como nada, a la visión del negocio que quiere trasmitir el propio titular de la farmacia.

Las tendencias en decoración pasan por lo natural. Por el llamado nordic style. O los colores y tonos claros, que aporten luminosidad a los establecimientos y hagan que la luz ayude a desterrar los espacios oscuros y sin ningún brillo, pero esto tiene un porqué que viene de la tendencia hacia lo natural, a lo eco a volver al origen de la naturaleza porque transmite serenidad y bienestar.

En aquellas ocasiones, donde el diseño y la decoración de la farmacia, no busca transmitir la identidad de la marca se acaba cayendo en formatos anodinos, homogéneos que hacen que el usuario vea todos esos establecimientos dedicados a dispensar medicamentos como si fueran iguales. Sin embargo, en aquellas en donde se conoce al cliente, se busca conectar con él y transmitirle una identidad y una imagen de marca concreta llevará ese toque original con la que la farmacia ser diferente respecto al resto y única, buscando aportar una experiencia de compra agradable e inolvidable para quien entra.

El mostrador

Nada ayuda a que la farmacia exponga una imagen moderna, si nuestro mostrador es enorme, oscuro, y tosco, o se encuentra en una zona sin iluminación. La tendencia actual se inclina por los mostradores contengan elementos de cristal tintado, o de madera según la imagen que se quiera proyectar o según la estrategia del titular.

Una farmacia tecnológica que quiere transmitir rapidez, inmediatez y surtido amplio a precios competitivo buscará materiales como el vidro o el acero, pero aquella que quiere transmitir cercanía y confianza optará por materiales naturales como la madera.

En cuanto a la ubicación y al formato del mostrador se impone el que sean mostradores   individuales con los que crear una burbuja de confidencialidad con un cliente cada vez más exigente, que busca sentirse único. Los de formas redondeadas, con contornos suaves de forma cilíndrica se imponen frente a los rectangulares ante la creencia de pensar que suavizar las formas y eliminar impedimentos de manera nos acercará más al cliente.

Por esta razón empiezan a verse farmacias que se atreven a no poner mostrador y distribuir a su personal por todo el espacio de venta con una tablet ofreciendo consejo al cliente y un trato más cercano, favoreciendo una libre circulación por todo el espacio de venta como en las Apple Store. Hay que saber que el mostrador se usa para calentar zonas frías y para delimitar las zonas de atención. Por eso en ocasiones se ilumina la base del mostrador o se destacan con la imagen corporativa de la farmacia.

La fachada

Es la tarjeta de presentación de la farmacia y hacerla destacar con un rótulo de gran tamaño pueden aun más a ayudar a llamar la atención del cliente potencial siendo elemento fundamental del marketing de entrada al animarlos a que pasen al interior aumentando el nº de operaciones del día. La visión del interior del establecimiento a través de grandes escaparates, acompañados de una impactante comunicación visual de acuerdo con un plan de campañas potente conforme a la estrategia del titular facilitarán la entrada del viandante.

Imagen interior. Rotulación por categorías

Crear microtiendas dentro de un establecimiento es tendencia en retail. Y también ha llegado a la farmacia. Así, para conseguir que el cliente se oriente con vinilos o letras corporéas en las secciones diferenciadas es necesario para que circule cómodamente en el interior de la tienda. Además, si la señalización va en línea de nuestra imagen corporativa, nos identificará aún más ayudando a diferenciarnos de otras farmacias de alrededor. Hay que buscar sin ser la más de todas, ser distintas para ser original.

Otras tendencias para decorar una farmacia

Sin embargo, tener una farmacia de diseño moderno no implica que se tenga que encuadrar en tonos claros, muy blancos, líneas rectas o el llamado ‘nordic style’. Una farmacia moderna también puede ser aquella que recupera un estilo vintage. No son pocos los establecimientos de moda, de restauración o de servicios, que recuperan la estética de los años 40 o 50 (de épocas pasadas). Todo ello sin perder un ápice ese tono moderno que tiene en la actualidad el sector retail. Ser vintage no está reñido con lo moderno.

Y esta tendencia también puede ser aplicable a la farmacia. Aunque sea no lo más frecuente. Pues, como apuntamos, tonos claros, texturas que simulan tejidos o fibras naturales, luz y formas redondeadas para espacios y mobiliario, pueden ayudar a una decoración moderna para la farmacia. La decisión será del farmacéutico y de la visión de su proyecto . Y, para gustos, los colores.

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