Origen de las farmacias en España

La historia de la farmacia en España, sitúa las primeras farmacias durante el reinado de Felipe II, como establecimientos oficiales que se establecieron inicialmente en el monasterio de San Lorenzo de el Escorial y después en el Alcázar de Madrid. Estos fueron los precursores de las oficinas de farmacia de atención al público, de los laboratorios y de las facultades de Farmacia en España.

Por su parte, la historia de la farmacia hospitalaria nos muestra como era su situación hasta el siglo XIX, ya que existían hospitales con farmacia propia, otros con farmacias que era de un farmacéutico particular e incluso hospitales con farmacia, fuera de su propio recinto. Es a partir de 1860, cuando las Ordenanzas de Farmacia estipularon que las farmacias hospitalarias sólo podían atender a los pacientes ingresados en el mismo.

En las boticas, que era como se llamaba a las antiguas farmacias, el farmacéutico desempeñó a lo largo de los años, su auténtica labor basada en la química y en la botánica. Además, éstas son ejemplo del gran valor no sólo científico sino también artístico y cultural que representa la Farmacia, ya que en el pasado fue considerada un “arte científico”, aunque en la actualidad sólo se ve reflejado en la formulación magistral.

 

Farmacias antiguas

Las farmacias antiguas se caracterizan porque en ellas podemos encontrar ejemplares de obras con importante valor histórico, recetas de ilustres personalidades, fórmulas de antiguos remedios populares y albarelos elaborados por los mejores alfareros de la época. Cabe destacar también, la decoración de sus locales, de gran valor y esplendor.

A partir de mediados del siglo XIX, se aprecia un cambio en la mentalidad farmacéutica. El “boticario” pasa a ser el farmacéutico, que además de elaborar y dispensar medicamentos, va a ser científico, investigador y analista, interesado en todos los avances, descubrimientos y técnicas que le ayuden a desarrollar su profesión sanitaria.

Esta situación provocará a nivel social, un ataque de los médicos a la clase farmacéutica, debido a las diferencias tan importantes que surgen entre ambos grupos, a la hora de abordar un mismo problema.

Este cambio de mentalidad en el farmacéutico, supondrá el inicio de la transformación de la farmacia antigua en la farmacia moderna.

 

Farmacias modernas

La farmacia moderna se trata de una farmacia más desarrollada, centrada en numerosos aspectos más allá de los simplemente estéticos. Un aspecto clave, es el asesoramiento integral por parte del farmacéutico, aportando en la dispensación soluciones completas de salud y consejos.

Otro aspecto importante que cumple la farmacia moderna es el desarrollo de una amplia oferta de servicios relacionados con el bienestar y el cuidado de la salud.

Con respecto al aspecto estético, la ampliación del espacio de venta de la farmacia o el cambio de color o de imagen corporativa, todo esto puede llamar la atención de los clientes y atraerlos.

Cabe destacar que el proceso de modernización de la farmacia antigua, requiere de una estrategia y planificación previas, a la puesta en marcha de todos los cambios. Además de esto, es importante también que el trabajo se desarrolle en equipo de manera que siga una misma línea.

 

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